Sinfonía nº 3 en Re menor
La Tercera Sinfonía fue iniciada en le otoño de 1872 y terminada el 31 de diciembre de 1873. El compositor dirigió el estreno el 16 de diciembre de 1877 con la Filarmónica de Viena.
La Tercera Sinfonía de Bruckner tiene una historia complicada y confusa. Bruckner era un hombre tí
mido y con tendencia a la reclusión, en el que se daba una mezcla de determinación y vacilación. Se
guía componiendo sinfonía tras sinfonía, a pesar de la acogida a menudo hostil que estas recibían de
directores, críticos y público. Sin embargo, con demasiada frecuencia se sometía a as peticiones de di
rectores y editores en el sentido de acortar la extremada longitud de sus obras. De manera que la ma
yoría de las sinfonías de Bruckner tiene diferentes versiones, que reflejan la incapacidad del composi
tor para comprometerse con una versión definitiva. Sus biógrafos hacen referencia a su manía de re
visar, especialmente durante sus últimos años.
Existe una temprana Sinfonía en Re menor de Bruckner de sus primeras épocas compuestas en 1864, que el compositor al final llegó a considerar como una obra de aprendiz que no debía ejecutarse. La
denominó su Sinfonía Número 0. Empezó a revisarla en 1869 pero abandonó la tarea. Finalmente algu nas partes de la Sinfonía Número 0 pasaron a integrar la Tercera Sinfonía.
Bruckner admiraba enormemente a Wagner. Sus primeras sinfonías fueron obviamente moldeadas ba
jo la influencia del maestro Bayreuth. Sin embargo, en la Tercera Sinfonía, la impronta de Wagner fue más allá de la mera influencia. Bruckner le rindió homenaje citando partes de dos dramas musicales de Wagner: Die Walküre y Tristan e Isolda.
Bruckner se armó de coraje y le escribió a Wagner solicitándole una entrevista. Como Wagner nunca
le contestó, Bruckner, tímido pero porfiado, decidió hacer una visita a Wagner. Se presentó en Bay
reuth un día de septiembre de 1873, armado con la partitura de la Segunda Sinfonía recién terminada
y partes de la Tercera. Quizás esperaba encontrar un defensor un Wagner, que le ayudaría a conseguir
presentaciones de sus obras: la Segunda Sinfonía había sido ensayada por la Filarmónica de Viena y declarada inejecutable. Al principio Wagner se negó a ver a este compositor desconocido que llamaba
descaradamente a su puerta, pero al final se avino a recibirle: No se sintió impresionado por la Segun
da, pero cuando empezó a examinar la partitura de la incompleta Tercera se entusiasmó mucho. Bruckner le preguntó tímidamente si aceptaría que le dedicara la obra y Wagner, después de estudiar
más la partitura, aceptó el homenaje. Bruckner estaba más que feliz de haber conocido a su ídolo, ha
ber sido alabado por él y haber logrado que aceptara la dedicatoria. Presa de la emoción, Bruckner se
confundió y la día siguiente no podía recordar que Sinfonía había aceptado Wagner. Le envió una tar
jeta escrita con prisa: ¿ Sinfonía en Re menor, donde la trompeta comienza el tema? Anton Bruckner
" Wagner anotó la pie de la tarjeta:
" ¡Si, si!¡ Mis mejores deseos! Richard Wagner" y la mandó de vuelta. Desde entonces la Sinfonía fue
conocida como la Sinfonía Wagner.
De mi libro " Invitación a la Música" de Jonathan Kramer. Foto subida de Internet.
Sinfonía Número 3 en Re menor, Wagner
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