Sinfonía Número 6 en Do mayor
La Sexta Sinfonía fue compuesta entre octubre de 1817 y febrero de 1818. El estreno tuvo lugar en Viena el 14 de diciembre de 1828.
Schubert compuso casi todas sus sinfonías cuando era muy joven. No es sorprendente detectar en ellas bastantes rastros de la música de sus contemporáneos y antecesores inmediatos. En la Sexta Sin
fonía puede oírse la música de Beethoven, la de Mozart y la de Rossini( que era extremadamente po
pular en Viena, en aquella época). Pero el talentoso joven compositor estaba empezando a madurar: su propio y singular don lírico también es evidente a lo largo de toda la Sexta.
Es fascinante comparar las canciones de Schubert con las sinfonías compuestas en la misma época. Las canciones son considerablemente más aventuradas que las sinfonías. En las canciones de 1817 y 1818 hallamos escasa influencia de Beethovebn, Mozart, Rossini o cualquier otro músico. A los 19 años, Schubert ya tenía su propio estilo como compositor de canciones.
Como se sentía más seguro de sus logros en el terreno de la canción, tenía la esperanza de que su mú
sica vocal contribuyera a darle cierta credibilidad profesional. Puso música a varios poemas de Goe
the. Sin embargo, cuando envió las canciones al poeta, estas le fueron devueltas sin comentarios. Ma
yor desilusión tuvo cuando trató de conseguir que se publicara una de estas canciones basadas en Goe
the. A instancias de sus amigos, en 1817,el compositor puso a consideración de la firma Breikopf y Härtel la canción Erlkönig. Los editores conocían un Franz Schubert, pero no era el joven compositor
vienés. Su Franz Schubert era un músico de Dresden. Cuando le enviaron el manuscrito para su confirmación, este contestó: "Con el mayor asombro debo manifestar que jamás he compuesto esta cantata(!). La conservaré en mi poder hasta saber, si es posible, quién ha sido tan impertinente como paras enviarles semejante basura y también hasta descubrir quién fue el que así ha hecho mal uso de mi nombre." La canción no fue publicada hasta 1821 y entonces, por otra firma.
A parte de las desilusiones profesionales, Schubert también sufría frustraciones personales. Se había hecho amigo de un considerable número de gente interesante y sofisticada en Viena, uno de los cua
les-Franz von Schober-trató de persuadirle de abandonar la enseñanza y mudarse de la casa de sus pa
dres. Schubert se mudó a la casa de la acomodada madre de Schober, cortó con la enseñanza y co
menzó a desarrollar amistades prometedoras con músicos destacados. Pero esos arreglos no funcio
naron, probablemente por razones económicas. En el otoño de 1817 el compositor se vio obligado a mudarse nuevamente a su hogar y reanudar la actividad como maestro a tiempo completo. Estaba des
tinado a ser un oscuro compositor.
Una de las obras creadas en esa época de presión fue la luminosa Sexta Sinfonía. Como la última de sus sinfonías tempranas, es reconocidamente derivativa, pero sin embargo presagia las sublimidades
que iban a surgir en su última sinfonía terminada , la Grande en Do mayor, de 1825. Había una crisis
en gestación en el estilo de composición sinfónico de Schubert, que en ocasiones puede percibirse ba
jo la superficie de esta Sexta, que por otra parte, parece despreocupada. Después de esa obra, Schu
bert inició pero dejó incompletas no menos de cinco sinfonías, incluyendo la magnífica Inconclusa en Si menor, de 1822. Tal vez la causa de la crisis y la razón de que no pudiera acabar otra sinfonía du
rante siete años (un periodo considerable en la corta vida de Schubert) fue el hecho de que se dio cuenta de que tenía que tenía que avanzar más allá de las sinfonías inspiradas en otros, pero todavía no sabía como hacerlo.
Sobre la introducción de la Sexta pende la sombra de Beethoven. La apertura misma, que se inclina inmediatamente a la subdominante, recuerda a la Primera de Beethoven en la misma tonalidad. La sec
ción de desarrollo de Schubert, en la fual los instrumentos de viento trocan un motivo derivado (por inversión) del tema principal, es también beethoveniana. Los dos temas de la burbujeante exposición, sin embargo, le deben más a Rossini. En la acelerada coda podemos detectar ecos de Mozart, en par
ticular su Gran Sinfonía en Do mayor, la Júpiter.
¿Dónde, en medio de esta mezcla de influencias está Schubert? Los movimientos restantes están mol
deados más claramente en su propio estilo.El compositor del segundo movimiento, con su bello tema principal lírico y sección media más rápida, es inconfundible. El scherzo también es típico del compo
sitor, aunque la sección de trío más lenta tiene reminiscencias de Beethoven . En tanto el airoso tema principal del final quizás pueda parecerse a Rossini en la superficie, su desarrollo pertenece absoluta
mente al estilo de Schubert. Quizás sea una coincidencia o tal vez profético que la coda trate un moti
vo idéntico al que impregna el final de la última Sinfonía en Do mayor de Schubert.
La Sexta debió esperar una década para su presentación. En 1828, la Sociedad de Amigos de la Músi
ca estuvo de acuerdo en tocar la Sinfonía Grande( el apodo fue adjudicado muchos años más tarde, por Robert Schumann), terminada tres años más tarde. Pero la obra resultaba ser demasiado difícil y Schubert ofreció sustituirla por su anterior Sinfonía en Do mayor. La presentación tuvo lugar el 14 de diciembre. Pero Schubert nunca llegó a escucharla. Había muerto un mes antes. Foto subida de Inter
net.
Sinfonía Número 6 en Do mayor de Franz Schubert
Franz Schubert