La Canción del Ruiseñor
La canción del Ruiseñor fue compuesta en 1917. Stravinsky terminó la partitura el 4 de abril en Mor ges, Suiza. La música está basada en la ópera El Ruiseñor, compuesta en 1908-1914. El estreno del poe ma to nal fue dirigido por Ernest Ansermet con la Orchestre de la Suisse Romande, en Ginebra, el 6 de diciembre de 1919.
Cuando todavía era un alumno de composición de Rimsky Korsakov, a Stravinsky se le ocurrió la idea de basar una ópera en el cuento de hadas de Hans Christian Andersen El Ruiseñor. El composición ela
boró el libreto de 1908 y le mostró el primer acto a su maestro unos pocos meses después. Rimsky Kor sakov lo aprobó. Sin embargo, antes de tener oportunidad de trabajar en los dos actos restantes, Stravins ky recibió una serie de encargos de ballet: El Pájaro de Fuego, Petrouchka y La Consagración de la Pri mavera. Estas obras catapulta ron al joven compositor a la fama mundial. En el proceso de escribirlos, desarrolló su primer estilo maduro, que es colorido, a veces disonante, rítmicamente irregular y que des de el punto de vista melódico está en deuda con la música folclórica rusa.
Uno de los resultados de su recién adquirida fama fue que recibiera más encargos. En 1913 el Teatro Li bre de Moscú le hizo a Stravinsky una oferta generosa para que terminara El Ruiseñor. El compositor se sentía reacio a volver sobre la ópera, porque su estilo había sufrido un cambio radical durante los cuatro años transcurridos. Sin embargo, los honorarios jugosos eran tentadores y el compositor razonó que la ausencia de acción en el primer acto lo separaba desde el punto de vista dramático y, por lo tanto, podía ser apropiado una clase de música diferente. La ópera de 45 minutos fue concluida en 1914 y producida no en Moscú( el Teatro Libre había quebrado), sino en la Ópera de París.
Stravinsky no estaba totalmente satisfecho. Le seguía molestando la brecha de cuatro años que media ba entre la composición del primer acto y del segundo. Además, tenía dudas acerca de la ópera en gene ral.
En una entrevista que se le hizo en 1913, declaró: "Me desagrada la ópera. La música puede estar apa reada con el gesto o con las palabras... pero no con ambos sin que constituya bigamia. Es por eso que la parte artística de la ópera es equivocada." Muchos años después escribió: "Tal vez el Ruiseñor pruebe solamente que hacía bien en componer ballets puesto que todavía no estaba listo para una ópera."
A principios de 1917 el empresario Sergei Diaghilev le sugirió producir El Ruiseñor como ballet. El compositor se sintió interesado. "Había estado pensando en hacer un poema sinfónico para orquesta combinando la música de los Actos Segundo y Tercero de El Ruiseñor, que eran homogéneos, y le dije a Diaghilev que los pondría a su disposición si le interesaba hacer un ballet con él. Aceptó calurosamen te la sugerencia y yo adapté una ambientación del cuento de hadas de Andersen que sirviera para ese propósito."
La obra resultante, El Canto del Ruiseñor, omite el Primer Acto en su totalidad y partes de los Actos Segundo y Tercero; otras partes han sido compuestas nuevamente. La voz del Ruiseñor esta remplazada por el solo de flauta y el solo de violín.
Debido a la guerra, la producción del ballet se demoró hasta 1920, cuando fue presentado por los Ba llets Rusos de Diaghilev, en la Ópera de París. El coreógrafo fue Leonid Massine y el diseñador del de corado fue Henri Matisse. En el ínterin, una premiere orquestal no escenificada, realizada en 1919, ha bía provocado violentas protestas de parte del público suizo.
La ambientación de Stravinsky para el ballet, adaptada de Andersen , es la siguiente:
El Festival en el Palacio del Emperador de la China. El palacio está adornado festivamente en honor del Ruiseñor que canta con tanta dulzura. Las paredes y el piso, que son de porcelana, brillan bajo la luz de miles de lámparas de oro. Las flores más gloriosas han sido colocadas en los pasillos; Hay corridas de aquí para allá y una corriente de aire, de manera que las campanas suenan fuertemente. El Ruiseñor es colocado en una percha de oro y una Marcha China señala la entrada del emperador.
Los Dos Ruiseñores. El Ruiseñor canta tan ruidosamente que los ojos del emperador se llenan de lágri mas. Los lacayos y las doncellas informan que también están satisfechos; eso es mucho decir, porque
son los más difíciles de complacer. Llegan enviados del emperador de Japón con el regalo de un ruise ñor mecánico. Cuando se le da cuerda al pájaro artificial, canta una canción. Su cola se mueve hacia arriba y hacia abajo y refulge con el brillo de la plata y el oro. Tiene tanto éxito como el ave real y es mucho más bonito. Pero¿ dónde está el Ruiseñor viviente? Nadie se ha dado cuenta de que este ha salido volando por la ventana abierta. Fuera de las puertas se oye al pescador, que canta gozoso porque su amigo ha regresado.
Enfermedad y Recuperación del Emperador de la China. El pobre emperador apenas puede respirar. Abre los ojos y ve que es la Muerte la que está sentada sobre su pecho y que se ha puesto la corona de oro y sostiene en una mano la espada del emperador y en la otra su hermoso estandarte. Todo a su alrededor, entre los pliegues de los cortinados de terciopelo espléndidos, espían cabezas extrañas. Estos son todos los actos buenos y malos del emperador. Tanto es lo que le dicen que empieza a correrle transpiración por la frente. El pájaro mecánico se rehúsa a cantar. Entonces se oye al pequeño Ruiseñor viviente que canta afuera de la ventana. A medida que canta los espectros empalidecen cada vez más. Hasta la Muerte escucha y dice: "¡prosigue, pequeño Ruiseñor, prosigue!" Y la Muerte entrega cada uno de sus tesoros por una canción y sale flotando por la ventana bajo la forma de una bruma blanca y fría. El emperador cae en un sueño reparador. El sol brilla sobre él a través de la ventana. Se despierta fresco y recuperado. Se oye una Marcha Fúnebre mientras los cortesanos entran a ver al emperador muerto. Se detienen asombrados. El emperador les dice: ¡Buen día!" Entretanto, el amigable Ruiseñor ha volado de regreso hasta donde está el pescador y se le oye cantar nuevamente su canción.
El canto del Ruiseñor es típica de los primeros ballets de Stravinsky, aunque pertenece más al mundo colorístico de El Pájaro de Fuego que al mundo violento de La Consagración de la Primavera. Como los ballets más conocidos, es un mosaico de secciones diferentes que apenas tienen una transición entre ellas. La escala pentatónica( por ejemplo, las notas negras de un piano) está empleada frecuentemente para subrayar la ambientación china.
Stavinsky era un maestro de la orquestación, capaz de crear combinaciones espectaculares de timbres orquestales. Su imaginación en lo que hace a la sonoridad se percibe en cada página del Canto del Rui señor, desde el poderoso ascenso inicial de los cornos, el piano y las arpas hasta su conclusión serena en el solo de la trompeta apoyado por las arpas y las cuerdas. Ya sea escribiendo una textura solista transparente o una textura totalmente orquestada, la inventiva de Stravinsky continuamente produce nuevas experiencias sonoras. El solo de violín de El Ruiseñor, alto en la cuerda de Sol, no es sino un ejemplo de su agudo sentido de sonoridad.
La forma de mosaico es apropiada no solamente por el carácter episódico del ballet sino también por el estilo de la orquestación. Cuando las sonoridades avanzan hacia las siguientes, tendemos responder más a este movimiento que a los sonidos que las componen. Por otra parte, cuando un compositor desea que oigamos los sonidos por su propia belleza intrínseca, este minimiza la progresión de y a otros tim bres. El resultado es una serie de sonoridades interesantes que no se trasladan, ni por transposición ni transformación, a otras texturas.
El abordar la forma en mosaico constituya una de las innovaciones de largo alcance de compositores de principios del siglo XX tales como Stravinsky, Debussy, Satie e Ives. No es ninguna coincidencia que estos compositores, por nacimiento y por elección, estuvieran fuera de la corriente de la tradición ger mánica de formas apretadamente entrelazadas que siempre avanzan en progresión. El Canto del Ruise ñor puede no haber sido la composición más influyente de Stravinsky, pero tipifica una nueva estética que llegó a adquirir más significado para los compositores posteriores. Foto subida de Internet.
De mi libro" Invitación a la Música" de Jonathan Kramer.
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