martes, 23 de septiembre de 2014
Sinfonía Número 8 en Si menor, Inacabada de Frank Schubert.
Sinfonía Número 8 en Si menor, Inacabada
Esta es otra de las obras favoritas desde siempre. Está incluida en mi interminable lista de músicas favoritas.
La Sinfonía Inacabada fue iniciada el 30 de octubre de 1822. En noviembre de ese año el compositor
había terminado dos movimientos e iniciado el tercero. Nunca terminó la pieza. Johann Herbeck diri
gió el estreno en Viena, el 17 de diciembre de 1865.
La carrera Sinfónica de Franz Schubert cambió drásticamente en la década pasada. Solíamos creer que había terminado siete Sinfonías y dejado dos inacabadas, entre 1813 y su muerte ocurrida en 19
28. Ahora sabemos que sus siete sinfonías terminadas fueron realizadas entre los años 1813 y 1826 y que también trabajó en seis sinfonías más, que quedaron todas inacabadas. La cronología es la siguien
te(los números que se inician con la letra "D" se refieren al catálogo de las obras de Schubert realiza
do por Otto Erich Deutsch):
1) Fragmento Sinfónico en Re mayor, D. 2B(1811)
2) Sinfonía Número 1 en Re mayor, D. 82(1813)
3) Sinfonía Número 2 en Si bemol mayor, D. 125 (1815)
4) Sinfonía Número 3 en Re mayor, D. 200 (1815)
5) Sinfonía Número 4 en Do menor, D. 417(1816)
6) Sinfonía Número 5 en Si bemol mayor, D.485(1816)
7) Sinfonía Número 6 en Do mayor, D. 589(1817-1818)
8) Fragmento Sinfónico en Re mayor, D. 615(1818)
9) Fragmento Sinfónico en Re mayor, D. 708A (1821)
10) Fragmento Sinfónico( Sinfonía "Número 7") en Mi mayor, D. 729(1821)
11) Fragmento Sinfónico(Sinfonía "Número 8") en Si menor, D. 759(1822)
12) Sinfonía "Número 9" en Do mayor, D. 944(1825-1826)
13) Fragmento Sinfónico(Sinfonía "Número 10") en Re mayor, D. 936A(1828)
Hay varias cosas notables con respecto a esta lista:
1) Schubert trató de componer una Sinfonía a la temprana edad de 14 años.
2) Tenía una fuerte predilección por componer sinfonías en Re mayor: seis de las trece sinfonías están
en esa clave. Este hecho durante largo tiempo llevó a los musicólogos a confundir los esbozos de obras diferentes como versiones alternativas de una misma obra.
3) Entre la Sexta Sinfonía en Do mayor, la Grande, Schubert inició y luego abandonó no menos de
cuatro Sinfonías distintas. Claramente tenía problemas para terminar una obra para orquesta exten
sa, integrada y de varios movimientos.
4) La D. 944, Sinfonía en Do mayor, la Grande( por lo general numerada "9", aunque antes de que
fuera descubierta la sinfonía en Si menor, Inacabada, D. 944 se la conocía como "7"), no fue el úl
timo esfuerzo de Schubert en el género. Antes se creía que el músico había estado trabajando en
esa obra durante el último año de vida, pero evidencias reveladas recientemente sugieren enfática
mente que la misma data de una época bastante anterior. El Fragmento Sinfónico D. 936A porpor
ciona una señal muy diferente respecto del pensamiento último de Schubert acerca de la forma sin
fónica.
5) En la lista no exista ninguna Sinfonía Gastein. Durante largo tiempo se creyó que Schubert había
minado una Sinfonía entre la Sexta y la Inacabada(generalmente numerada "8", pero según la edi
ción crítica reciente, que numera sólo las obras terminadas, numerada "7"). Supuestamente, la Gas
tein había sido perdida por los Amigos de la Música en Viena. Durante más de un siglo los historia
dores de la música buscaron esa obra, sin resultado. Ahora se ha determinado que la D. 944, en Do
mayor, la Grande, es la Sinfonía Gastein.
Todo esto puede resultar muy confuso. Durante un tiempo la confusión puede ser compartida y discu
tida sólo por los académicos. Recientemente, sin embargo, diferentes musicólogos han hecho edicio
nes de la mayoría de los fragmentos para su presentación. Se está generalizando la audición en con
cierto de cualquiera de las obras de la lista precedente(excepto la D. 2B).Todos los fragmentos madu
ros han sido terminados al menos por un estudioso y todos han sido grabados más de una vez.
Durante años, las D. 615, D. 708A y D. 934A permanecieron sin ser examinadas exhaustivamente en una única carpeta en la Biblioteca estatal de Viena. Los pocos musicólogos a los que se les permitió echar un vistazo al manuscrito encontraron esbozos de nueve movimientos diferentes, que se supuso que estaban destinados a una, o posiblemente a dos, sinfonías en Re mayor. En 1978,durante la prepa
ración de las celebraciones del aniversario de Schubert, el bibliotecario Ernst Hilmar decidió exami
nar la carpeta más detenidamente. Por el tipo de papel pentagramado utilizado y sobre la base de con
sideraciones estilísticas ,vio que en la carpeta había tres obras diferentes que databan de tres periodos
distintos de la breve vida creativa de Schubert:1818,1821 y 1828. ¡Tres sinfonías inacabadas de Schu
bert,todas diferentes de la famosa Sinfonía en Si menor!
Hay otra sinfonía madura inacabada. La D. 729 en Mi mayor es una sinfonía entera de aproximada
mente 1300 compases, de los cuales, alrededor de 950 tienen sólo una única línea de música. Varias
personas armonizaron y orquestaron esta obra: El compositor inglés J.F. Barnett en 1883, el director
Felix Weingartner en 1934, el compositor suizo Emile Amoudruz en 1948, los rusos Leonid Butir en
1969 y Boris Spassov en 1978 y el musicólogo inglés Brian Newbould en 1978.
La restante sinfonía madura inacabada de Schubert es la famosa Inacabada en Si menor, de la cual Schubert terminó y orquestó los primeros dos movimientos. Esbozó un scherzo, orquestó sus prime
ras dos páginas y escribió la línea melódica de un trío. Brian Newbould sugiere que el entr'acte en Si
menor en la música incidental de Rosamunde puede haber estado destinado a servir como final.
Después de trabajar en la sinfonía durante un mes, en el otoño de 1822, Schubert la dejó de lado a fin
de componer la famosa fantasía El Peregrino para piano. En la primavera siguiente fue designado miembro honorario de la Sociedad Musical de Stiria en Graz, uno de los pocos honores que recibió durante su vida. Escribió una carta de agradecimiento a la Sociedad, en la que les prometía el manus
crito"una de mis sinfonías" como señal de gratitud.
En septiembre, Schubert entregó la partitura inacabada de la Sinfonía en Si menor a su íntimo amigo
Josef Hüttenbrenner, cuyo hermano Anselm era miembro de la Sociedad. La conservó sin decírselo a nadie durante 40 años.
En 1860, 32 años después de la muerte de Schubert, Josef le comentó al director Johann Herbeck so
bre la pieza. "Mi hermano posee un tesoro en la Sinfonía en Si menor de Schubert, que consideramos
al mismo nivel que cualquiera de las de Schubert. Sólo que no está terminado. Schubert me la dio pa
ra Anselm como agradecimiento por haberle enviado, por mi mediación, el diploma de honor de la Sociedad Musical de Graz." Con dificultad, Herbeck convenció a Anselm, que por entonces ya era anciano, que le permitiera interpretar la sinfonía. Herbeck tuvo que prometer interpretar también una de las obras de Anselm. La presentación de los dos movimientos terminado de Schubert tuvo lugar 43 años después de compuestos.
Ha habido muchas conjeturas sobre el motivo por el que Schubert nunca terminó la pieza y nunca la mencionó, ni siquiera a su hermano Ferdinando, que recopilaba una lista completa de las obras de Schubert. Se ha sugerido que la sinfonía está verdaderamente terminada en los dos movimientos. Pe
ro si es así, ¿por qué Schubert esbozó un scherzo y por qué hay dos movimientos en tonalidades dife
rentes? Quizás Schubert simplemente perdió interés por el proyecto. O quizás se encontró con que no podía escribir un tercer movimiento que fuera digno de los dos primeros. Hasta se ha llegado a suge
rir que en realidad el compositor concluyó la obra, pero que los Hüttenbrenner perdieron la mitad.
Inevitablemente, diversas personas han terminado la obra. Para el centenario del nacimiento de Schu
bert se llevó a cabo un concurso ofreciendo un premio para la mejor conclusión de la obra. La situa
ción es distinta de la de otras obras, por ejemplo el Requiem de Mozart, El Arte de la Fuga de Bach
o la Décima Sinfonía de Mahler. Schubert no dejó la obra inacabada porque se hubiera muerto y no dejó una gran parte de los dos movimientos para permitir una terminación simple en manos de otra persona. No es sorprendente que ninguna de las terminaciones realizadas por otros haya logrado am
plia aceptación.
La Sinfonía Inacabada contiene parte de la música más bella que se haya compuesto jamás y, con se
guridad, merece la popularidad que se ha ganado en su estado actual de dos movimientos. Schubert fue un lírico supremo: lo atestigua el segundo tema del primer movimiento, una de las grandes melo
días de todos los tiempos. Pero tenía problemas con las formas grandes. Admiraba el drama sinfóni
co que Beethoven había logrado, pero sus propias secciones de desarrollo tendían a ser divagantes y digresivas. Su inventiva melódica casi compensa esta deficiencia en la mayoría de sus piezas exten
sas. La Sinfonía en Si menor, casi exclusivamente entre sus composiciones, no adolece de debilidad
formal. Es ajustada, dramática y lógica. Tanto su punzante primer movimiento como su agridulce se
gundo movimiento están tan bien integrados y bien acompasados como cualquiera de las obras maes
tras de Beethoven.
El primer movimiento contiene una gran riqueza de melodías. Incluso cuando la música crece desde
las profundidades, es melódica desde el principio. La primera idea, sólo en los violonchelos y en los bajos, posteriormente está destinada a adquirir importancia. Pronto los violines hacen su entrada con una segunda melodía, seguida por un tema conmovedoramente melodioso en el oboe y el clarinete. Estas tres ideas constituyen el primer grupo de temas. A pesar de su profunda belleza y lirismo, empa
lidecen en comparación con el segundo tema, que comienza en los violonchelos.
El avasallador lirismo del primer movimiento se mantiene en el segundo, que está basado en dos her
mosas melodías. La primera se escucha al comienzo en los violines y la segunda llega más tarde en el clarinete. El patetismo del segundo tema recuerda al primer movimiento. Los dos temas alternan a lo
largo de todo el movimiento. La coda presenta una línea que se mueve lenta y delicadamente para ser
acompañada por violines que se alternan con vientos. Foto subida de Internet.
De mi libro "Introducción a la Música Clásica" de Jonathan Kramer.
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