Tzigane
Ravel trabajó en Tzigane con intervalos a lo largo de dos años, aproximadamente, terminándola en su forma original para violín y piano, el 24 de abril de 1924. El estreno tuvo lugar dos días después en Londres, con Jelly d`Aranyi,violinista, yHenri Gil-Marchez, pianista. La versión orquestal fue termi
nada el siguiente mes de julio y estrenada el 30 de noviembre de 1924. Jelly d'Aranyi fue fue nueva
mente el solista con Gabriel Pierné en la dirección de la Orquesta Colonne de París.
El espíritu de Ravel había sido destrozado por la Primera Guerra Mundial. Sólo con gran dificultad volvió a escribir música. Penosamente terminó su única producción musical de los años de guerra,La Tumba de Couperin, que le había mantenido ocupado desde 1914 a 1917. Luego, durrante dos años, no compuso nada sustancial. Posteriormente salió de su depresión sólo lo suficiente como para escri
bir una pintura cínica de la Europa anterior a la guerra: La Valse(1919-1920). Después de eso le llevó
dos años enteros componer la maravillosa Sonata para Violín y Violonchelo, que sólo tenía dieciseis páginas de extensión.
Ravelestaba deprimido, no sólo por los recuerdos de los horrores de la guerra sino también porque su madre, a la que adoraba, había muerto en 1916. El compositor jamás aceptó totalmente su muerte.
Además,la sociedad parisina, que había sido destrozada por la guerra,sólo recuperó su vitalidad ante
rior después de un difícil periodo de ajuste. Ravel todavía estaba en el centro de las actividades musi
cales. FFue vicepresidente y más tarde presidente de la Sociedad Musical Independiente, que presen
taba conciertos de música contemporánea de todos los países. Pero las cosas habían cambiado. Descu
brió que ya no representaba la vanguardia, como lo había hecho antes de la guerra.Vio su situación de líder de la música nueva asumida por una nueva generación: Stravinsky, Schoenberg, Prokofiev y
otros. "Los nuevos sonidos en el aire", explica el biógrafo de Ravel, Arbie Orenstein, "eran los del jazz, la politonalidad y la atonalidad, cuando el profuso terciopelo del impresionismo dio paso al du
ro acero que había sido profetizado en La Consagración de la Primavera." Ravel fue miembro activo
de un grupo de aristas e intelectuales que pasaban incontables horas en los cafés parisinos, intercambiando vivaces opiniones. El compositor tenía mucho en que pensar:las ramificaciones cultu
rales de la guerra, la nueva música que oía en los conciertos que presentaba su Sociedad, las explica
ciones sintéticas del nuevo estilo vanguardista y las tempestuosas ideas recogidas en los cafés.
Con gran esfuerzo se las arregló para terminar la Sonata para Violín y Violonchelo, que había estado
"prolongándose tediosamente", como él expresó durante un año y medio. Después de eso, se sumió en un largo periodo de inactividad creativa. Se suponía que estaba trabajando en una ópera, L'Enfant el les sortileges, pero en cambio no compuso nada excepto unas pocas piezas pequeñas y orquestacio
nes de las obras de otros compositores(incluyendo Cuadros de una Exposición de Mussorgsky).
Una noche de julio de 1922, Ravel asistió a un concierto privado donde escuchó a la soberbia violinis
ta húngara Jelly d'Aranyi, tocar su Sonata para Violín y Violonchelo. Más tarde en esa misma velada,
Ravel pidió a d' Aranyi que tocara algunas melodías gitanas auténticas. Ella accedió y él seguía pi
diéndole escuchar más. La "velada" se prolongó hasta las cinco de la madrugada. Ravel, al igual que otros compositores como Listz, Braahms y Dvorak antes que él, estaba fascinado tanto por la música folclórica gitana como por la manera gitana de tocar el violín. (Coincidió en que era para d'Aranye pa
ra quien Bartók en esa época estaba escribiendo sus sonatas para violín inspiradas en el folclore.) La
idea de Tzigane nació esa noche. Unos pocos días más tarde, Ravel envió un telegrama a otra violinis
ta, Hélène Jourdan-Morhange, que le había aconsejado mientras componía la sonata y que reciente
mente había estrenado esa obra: "Ven enseguida y trae contigo los Etudes de Paganini." Quería apren
der tanto como pudiera sobre el virtuosismo del violín.
El bloqueo mental de Ravel con respecto a la composición no desapareció. Pasaron dos años antes de que verdaderamente terminara su modesta obra gitana para violín y piano, y luego apenas dos días hasta su primera ejecución. De manera que la d'Aranyi tuvo que aprender la endiabladamente difícil parte solista en un periodo sorprendentemente breve; sin embargo, ella logró con éxito deslumbrar a los críticos y también a los oyentes en el estreno en Londres. Unos pocos meses más tarde, Ravel or
questó la obra y nuevamente la d'Aranyi impresionó al público cuando estrenó la nueva obra.
Ravel hizo una tercera versión de Tzigane, para violín y un instrumento llamado "luthéal". Este ins
trumento ahora olvidado se adjunaba a un piano para hacerlo sonar como un cimbalon, un instrumen
to folclórico húngaro similar a un salterio con martillos. El luthéal pronto perdió el pequeño atractivo
que haya podido tener y esta versión de Tzigane ta no se toca.
Aunque Ravel nunca se recuperó completamente de su letargo composicional, dspués de realizar Tzi
gane pudo finalmente emprender y terminar un número considerable de obras importantes.
El título de Tzigane significa gitano. Se refiere tanto a los ritmos y figuras melódicas típicamente hún
garas de la obra como su estilización del modo gitano de tocar el violín. Las exigencias extraordina
rias que representa para el solista exceden con mucho lo que el violinista folclórico podría manejpieza ar. Sin embargo, el sabor de la música folclórica está siempre presente. Ravel subtituló la pieza Rapso
die en Concert y la describió como "una pieza virtuosa al estilo de una rapsodia húngara".
La pieza debe su estilo por igual a dos inspiraciones: la música folclórica y la espectacular escritura para violín de Paganini. Por ejemplo, la cadenza no acompañada de la apertura , que ocupa más de un tercio de la pieza, explora la escala menor armónica típicamente húngara en tanto que expone al vio
lín a exigencias técnicas aun mayores. La línea melódica asciende gradualmente, aunque Ravel indi
ca al solista permanecer en la cuerda más baja(la cuerda de Sol) durante un tiempo considerable. De
manera que el sonido se hace más y más intenso a medida que se eleva la línea melódica. Cuando fi
nalmente también se utilizan las demás cuerdas, es para una espectacular pisada múltiple(tocando va
rias notas a la vez). Después de que la orquesta hace su entrada, la obra se convierte en un concierto increíblemente virtuoso, en el cual todas las formas de trucos del violín-modulación continua, armó
nicas rápidas, pizzicati de la mano izquierda en medio de arpegios de arco, pisadas cuádruples, escri
tura extremadamente alta- están acompañadas por la orquestación típicamente imaginativa de Ravel.
Foto subida de Internet.
Ee mi libro "Invitación a la Música" de Jonathan Kramer.
Maurice Ravel
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