LA MÚSICA Y SU MUNDO

sábado, 3 de julio de 2021

Bachianas Brasileiras, Número 5 de Héctor Villa-Lobos

                                                     Bachianas Brasileiras, Número 5

El primer movimiento de Bachianas Brasileiras Número 5 fue compuesto en 1938. Bidú Sayão cantó en el estreno, bajo la batuta de Burle Marx, en la Ferie Mundial de Nueva York, el 4 de mayor de 1939. El segundo movimiento fue agregado en 1945. 
"No creo en la música como cultura, educación, ni siquiera como artificio para la diversión o para cal
mar los nervios, sino como algo de efecto más potente, místico y profundo. La música tiene este poder de comunicar, de curar y de ennoblecer, cuando se la hace parte de la vida y la conciencia del hombre."
Esta declaración del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos puede ser considerada como su estética personal. También dijo: "No sé lo que significa la palabra inspiración. Yo creo música por necesidad, ne
cesidad biológica. Escribo porque no lo puedo remediar. No sigo ningún estilo ni moda. Mi credo artís
tico es la liberté absolute. Cuando escribo, es de acuerdo con el estilo de Villa-Lobos." 
A una edad muy temprana Villa-Lobos empezó a estudiar el violonchelo, que siguió siendo su instru
mento primario. También estaba fascinado por los músicos callejeros. Después de la muerte de su pa
dre, vivió con su tía, una pianista que con frecuencia tocaba el Clave Bien Templado de Bach. El CO compositor disfrutaba de las improvisaciones y de las danzas que tocaban los músicos aficionados en los clubes nocturnos de Río de Janeiro. Estas influencias tan diversas -la música de violonchelo, las  composiciones de Bach y la música folclórica brasileña- más tarde se combinaron para formar el singu lar estilo de composición de Villa-Lobos.
A la edad de 18 años vendió algunos libros antiguos que le había dejado su padre para reunir dinero pa
ra viajar. Durante los siete años siguientes recorrió gran parte de Brasil. Mientras viajaba escribía  y es
tudiaba la música folclórica y popular. A la edad de 25 años regresó a Río ansioso por estudiar composi
ción y violonchelo, pero descubrió que su temperamento no se adecuaba a la regimentación de la educa
ción formal. Abandonó la escuela y estudió por su cuenta, primero con un tratado de composición del compositor francés Vicent d'Indy y luego las partituras de los grandes maestros . Su amor por la música
de Bach, a quien llamaba "un mediador entre todas las razas", se solidificó en esta época. Mientras se es
taba educando a sí mismo, se ganaba la vida tocando el violonchelo en cafés y cines. 
Comenzó a componer vorazmente. Muchas de sus obras primeras eran audaces, temerarias y poco con
vencionales. Aunque sus composiciones más inusuales provocaban confusión cuando se las escuchaba, jamás se puso en duda su talento. Se consolidó su reputación y, gracias a la ayuda del pianista Arturo Rubinstein, logró obtener apoyo financiero de varios patrocinadores.
Viajó a París, donde vivió entre 1923 y 1930. Allí Villa- Lobos se encontró en medio de un clima artísti
co sofisticado, donde el arte de avanzada era invariablemente recibido con entusiasmo, interés  y contro
versia. Sus composiciones espontáneas provocaban gran interés entre la élite intelectual. Como su músi
ca era ampliamente ejecutada, se convirtió en una celebridad en gran demanda en los  salones de París. 
La música que compuso en Francia fue una amalgama innovadora y audaz de los elementos folclóricos brasileños y la tradición de los conciertos. Cuando regresó a Brasil en 1930, Villa-Lobos encontró que estaba en marcha un movimiento nacionalista en materia artística. Aunque anteriormente había sido ico
noclasta, se convirtió en un integrante importante del establishment cultural. A pesar de su propia falta de educación formal, fue designado asesor oficial del gobierno sobre la educación musical. Supervisó la enseñanza de música a niños y adultos. Su entusiasmo y creatividad no tenían límites. Reorganizó los programas de música para las escuelas primarias y técnicas; Asesoró a organizaciones de conciertos; instituyó vigorosos programas para salvaguardar las tradiciones de la música popular. Asimismo arregló conciertos en pueblos remotos, a menudo con su propia participación. Cuando los habitantes delos pue
blos , quienes probablemente jamás habían oído hablar de una cosa semejante a un concierto, simple
mente no asistían. Villa-Lobos hacía discursos sobre la importancia del arte. Cuando les decía a los campesinos que oír música era más importante que asistir a partidos de fútbol, ocasionalmente le arroja
ban patatas y huevos. 
Sus composiciones de este período fueron menos avanzadas que sus obras anteriores. Al participar en el movimiento nacionalista brasileño, el compositor buscó un estilo menos revolucionario. Las suites Ba
chianas Brasileiras, que datan de esa época, son tonales y no son especialmente disonantes. En estas obras Villa-Lobos trató de combinar lo que él consideraba que era el espíritu esencialmente folclórico de Bach con la música auténticamente folclórica del pueblo brasileño. Creía que existía una afinidad na
tural entre estos dos tipos de música diferentes, puesto que en ambas se oyen simultáneamente varias 
melodías independientes. 
 En 1944, Villa-Lobos hizo la primera de varias visitas anuales a Estados Unidos, donde rápidamente ga
nó seguidores. Su recepción fue inversa a la que se le había brindado en París veinte años atrás. Como sus piezas musicales posteriores conservadoras no eran polémicas, fueron aceptadas fácilmente por las audiencias poco aventureras de este país, pero los intelectuales las desestimaron por facilistas y acomo
dadas a los gustos populares. Sus últimas obras fueron convencionales y rara vez de carácter nacionalis
ta.
Villa-Lobos es reconocido por haber compuesto más de dos mil obras. Muchas de ellas fueron experi
mentales, como su notoria Horizonte de Nueva York, en la que colocó una foto de edificios altos sobre
un gráfico que luego transfirió a notación musical. Gran parte de su producción es folclórica, como lo son las suites Bachianas Brasileiras, compuestas entre 1930 y 1945.  
Cada una de estas nueve piezas utiliza un conjunto único y consiste de dos a cuatro movimientos. El pri
mer movimiento generalmente lleva un título que recuerda a Bach, como ejemplo, Aria, Preludio, Fanta
sía o Toccata. Los movimientos siguientes se refieren a formas populares brasileñas. De acuerdo con Burle Marx, director del estreno de Bachianas Brasileiras Número 5, estas suites "no son tanto una evo
cación de Bach -que, para Villa-Lobos, es el espíritu universal, un origen y un fin en sí mismo- al alma de Brasil... Su admiración por Bach no lo ha conducido a la imitación, sino a traducir su estilo en el idio
ma brasileño".
Dos de las Bachianas Brasileiras usan una orquesta de violonchelos. Previamente el compositor había
hecho unas transcripciones imaginativas de fugas de El Clave Bien Templado de Bach para conjunto de violonchelos. A partir de esta empresa aprendió a asociar la música de Bach con los timbres especiales de un grupo de violonchelos homogéneos.
La variedad de sonoridades que se encuentra en Bachianas Brasileiras Número 5 es extraordinaria. La obra está escrita para soprano(en el primer movimiento solamente) y un conjunto de por lo menos ocho violonchelos. Contrastando con los registros altos y bajos de los instrumentos, la ejecución en pizzicato
y con arco, y las figuras melódicas y de acompañamiento, la música produce una paleta de sonidos ma ravillosamente rica.  
El movimiento de aria fue compuesto en una sola mañana de 1938. El segundo movimiento fue agrega
do siete años más tarde. En la primera de las tres secciones del aria, la soprano vocaliza la sílaba neu
tral "ah". La segunda sección es un marco silábico, no ornamentado, de un poema de Ruth V. Correa. La música de la sección de apertura vuelve al final, pero ahora a soprano se le indica que tararee. El segundo movimiento es más vigoroso. Foto subida de Internet. 
De mi libro "Invitación a la Música" de Jonathan Kramer. 



     

  

                                                                             






                                    

                                         Bachianas Brasileiras, Número 5 de Heitor Villa-lobos



                                                                      




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                                                                         Heitor Villa-Lobos









 

                                                                   

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