Apolo Musageta
Apolo Musageta fue compuesta en Niza, entre el mes de julio de 1927 y el mes de enero de 1928. Fue estrenada en la Biblioteca del Congreso, Washington, D.C., el 27 de abril de 1928. Stravinsky revisó la obra en 1947.
Para 1920, Stravinsky ya era un líder reconocido de la avant garde. Cuando su pieza siguiente resultó ser una reelaboración de algunas piezas del compositor del siglo XVIII Giovanni Pergolesi, este hecho causó gracia en el mundo musical. ¿Acaso el gran innovador estaba jugando? Pero resulta que Stravins
ky actuaba con toda seriedad. Toda su música de los siguientes treinta años constituyó un intento de reinterpretar el pasado en términos del presente. De la música anterior, esta música neoclásica, como la denomina, toma prestadas formas tradicionales, acordes simples, fórmulas melódicas directas y orquestaciones modestas. Sin embargo, utiliza estos artificios en formas modernas.
Hacia mediados de la década de 1920, el surgimiento de la sofisticación neoclásica de Stravinsky ya no era completo. En Apolo Musageta, por ejemplo, los oyentes no oían los vividos colores de la Consagra
ción de la Primavera, ni siquiera los timbres variados de las Sinfonías para Instrumentos de los Vientos,
sino simplemente una orquesta de cuerdas. Lo que oían eran triadas, los acordes básicos del periodo clá
sico, que rehusaban comportarse como debieran- El neoclasicismo de Stravinsky era música acerca de
otra música. Exigía sofisticación de parte de sus oyentes, que debían conocer los modelos de Stravinsky para comprender la manera en que el autor los había transformado.
El público está confuso. Parecía que el compositor súbitamente le había dado la espalda a la experimen
tación de avanzada y que había "regresado a Bach". atrás habían quedado las disonancias masivas, las excitantes tonadas folclóricas y los ritmos irregulares. Todo lo que quedaba, aparentemente, eran imita
ciones pálidas de la música de muchos tiempos pasados. Los oyentes escuchaban ( o pensaban que escu
chaban) modernizaciones de los conciertos Branderburgueses de Bach(en el Concierto Dumbarton Oaks), de las sonatas para piano de Mozart( Sonata para piano), de las sinfonías de Haydn( Sinfonía en Do), de los Ballets franceses del siglo XIX( Jeu de cartes), de las óperas de Verdi( Edipo Rey), de la mú
sica medieval(Misa) y hasta de la música de Brodway (Escenas de Ballet). Lo que los oyentes escucha
ban en realidad no eran imitaciones, ni siquiera homenajes en todas las ocasiones, sino demostraciones de la forma en que era posible renovar a los sonidos de la música antigua.
Stravinsky entró en su etapa neoclásica porque era una expresión necesaria de lo que él era: un hombre críticamente( en ambos sentidos de la palabra) consciente de su cultura y de su historia. Continuamen
te, absorbía las ideas, el arte y la música de todos los tiempos. Todo lo que entraba a su mente inquisido
ra salía en su música, totalmente Stravinskyzado. Pero sus antiguos admiradores y los críticos actuales solamente comprendieron su aparente revocación de su estilo ruso. Stravinsky debe de haber disfrutado confundiendo a quienes pensaban que lo entendían. Aunque estaba siguiendo un desarrollo lógico y ne
cesario, a los ojos de aquellos instantáneamente se había transformado de un radical en un reacciona rio.
Abandonó a los revolucionarios, dejándolos sin un general. Se convirtió en el favorito de los conserva
dores, que jubilosamente lo enfrentaron como salvador de la música ante la amenaza de la atonalidad, contra el "enemigo" Arnold Schoenberg.
Hay algunas personas que todavía creen que Stravinsky traicionó su propia personalidad a partir de 1920, al adoptar artificialmente los estilos de otros compositores. La gente que piensa de esa manera en realidad no comprende el arte de Stravinsky. Toda su música tiene un cierto grado de artificio. Toda su música hace referencia a otra música. No obstante lo cual, su música es una expresión intensamente per
sonal de una personalidad musical.
Aquellos que encuentran al Stravinsky esencial en La Consagración de la Primavera, El Pájaro de Fue
go, Las Bodas y Petrouchka, confunden las excepciones con la regla- Stravinsky era principalmente un apolíneo: moderado, sereno, clásico. El hecho de que algunas de sus obras más conocidas sean dionisfa
cas- apasionadas, excitantes, extravertidas- constituye una fuente de considerables equívocos. Apolo, por otra parte, muestra un carácter apolíneo.
Igual que los primeros ballets, Apolo Musageta es definidamente seccional. El concepto de Stravinsky de la forma en mosaico funciona tan bien en un ballet que se refiere a la música francesa de los siglos XVIII Y XIX como lo hace en las obras más abstractas del periodo ruso. El compositor explicó que de
seaba componer un ballet basado en momentos o episodios de la mitología griega, interpretados plásti
camente por la danza de la denominada escuela clásica".
La explicación de Stravinsky continúa de la siguiente forma:
Escogí el tema de Apolo Musageta, es decir, Apolo como el maestro de las Musas, inspirando en cada una de ellas su propio arte. Redujo su número a tres, seleccionando entre ellas a Caliope, Polimnia, y Terpsícore, como las representantes más características del arte coreográfico. Caliope, que recibe de Apolo el punzón y las tabletas, personifica la poesía y su ritmo; Polimnia, con su dedo sobre los labios representa la mímica...Finalmente , Terpsícore , combinando en sí misma tanto el ritmo de la poesía co
mo la elocuencia de los gestos, revela la danza al mundo y, por lo tanto entre las Musas, toma el lugar de honor junto a Musageta.
Después de una serie de danzas alegóricas, que debían ser tratadas en el estilo clásico tradicional del ba
llet...Apolo, en una apoteosis, conduce a las Musas, con Terpsícore a la cabeza, al Parnaso, donde han de vivir por toda la eternidad. Incluí un prefacio de esta alegoría con un prólogo que representa el naci
miento de Apolo.
Stravinsky continúa explicando la estética neoclásica del ballet.
Cuando, en mi admiración por la belleza de línea de la danza clásica, soñé con un ballet de este tipo, te
nía especialmente en mente lo que se conoce como el "ballet blanco", en el que, a mi modo de ver, se re
vela la esencia misma de este arte, en toda su pureza. Consideré que la ausencia de los efectos multicolo
res y de toda superfluidad producía una frescura maravillosa. Esto me inspiró a escribir música de carác
ter análogo. Me parecía que la composición diatónica era la más apropiada para este fin, y que la austeri
dad de su estilo determinaba cuál debía ser mi conjunto instrumental. De inmediato descarté la orquesta corriente, debido a su heterogeneidad, con sus grupos de cuerdas, maderas, bronces e instrumentos de percusión...Elegí las cuerdas...
El propósito original de las cuerdas fue determinado en su país de origen-Italia- y este fue primero y principal, el cultivo del canto, de la melodía... Me pareció no sólo oportuno sino urgente volver a culti
var una vez más este elemento desde un punto de vista puramente musical. Es por eso que me sentí tan atraído por la idea de escribir música en la que todo girara alrededor del principio melódico. Y luego, ¡el placer de sumergirse nuevamente en la euforia multisonora de las cuerdas y de hacerla penetrar has ta las más profundas fibras de las trama polifónica! ¿ Y cómo podría expresarse mejor el diseño sin adornos de la danza clásica sino con el flujo de la melodía a medida que se expande en el salmodiar sostenido de las cuerdas?
En su libro de ensayos La Poesía de la Música, Stravinsky ofrece dos ideas que expresan hermosamente la elegancia y la moderación clásicas de Apolo Musageta:
1. "La clara integración de una obra de arte y su cristalización exigen que todos los elementos dionisia
cos, que estimulan a un compositor y ponen en movimiento la savia ascendente de su imaginación,
estén controlados adecuadamente antes de que sucumbamos a su fiebre, y que en última instancia
queden subordinados a la disciplina: este es el mandato de Apolo."
2. "Hay contrastes en todas las cosas. Uno simplemente tiente que tomar nota de ellos. La semejanza es
tá oculta; se la debe buscar, y se la encuentra solamente después de los esfuerzos más exhaustivos. Cuando me tiente la variedad, me inquietan las soluciones fáciles que me ofrece. La similitud, por tra parte plantea problemas más difíciles pero también ofrece resultados que son más solidos y por lo tanto para mí más valiosos. Foto subida de Internet.
De mi libro "Invitación a la Música" de Jonathan Kramer.
Apolo Musageta de Igor Stravinsky
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