LA MÚSICA Y SU MUNDO

viernes, 15 de febrero de 2019

Sinfonía Número 35 en Re mayor, K. 385, Haffner de Mozart

                             

                             Sinfonía Número 35 en Re mayor, K. 385, Haffner de Mozart

La Sinfonía Haffner fue compuesta entre fines de julio y principio de agosto de 1782. Mozart dio lo que fue probablemente el estreno el 23 de marzo de 1783,en Viena.
Mozart vivió en Viena durante los últimos 10 años de su vida. Para cuando se mudó allí desde su Salz
burgo natal, ya había escrito ma´s de 40 sinfonías; todas sus obras en ese género, excepto la última media docena. No compuso ninguna sinfonía específicamente para Viena,excepto posiblemente las úl
timas tres(nadie sabe para que ocasión o por qué razón las escribió). Las otras sinfonías de su periodo en Viena son las K. 385(escrita para Salzburgo), K. 42 (para Linz) yla K.504(para Praga).La principal
producción instrumental de Mozart durante la década que pasó en Viena comprendió conciertos para piano.
No sólo la Sinfonía Número 35 no fue compuesta para Viena, sino que ni siquiera fue concebida co
mo sinfonía. En julio de 1782, mientras Mozart se hallaba involucrado en un proyecto operístico que le absorbía mucho tiempo y en la preparación de su boda con Constanza Weber,recibió una carta de su padre. Leopoldo le pedía que escribiera una nueva serenata. El amigo de infancia de Mozart, Sieg
mund Haffner, iba a ser promovido a la nobleza. Sería apropiada una nueva composición interpretada en su honor en la celebración. Anteriormente, Mozart ya había escrito una serenata para la familia Haffner, la serenata de bodas conocida ahora como Haffner,K.250.
Mozart estaba demasiado ocupado para escribir la nueva pieza, pero sin embargo sintió que debía em
prender el proyecto. Escribió a Leopoldo el 20 de julio:
Estoy de trabajo hasta las orejas. En una semana más a partir del domingo, debo arreglar mi ópera pa
ra los instrumentos de viento. De lo contrario algún otro va a tomar la delantera y va a obtener los be
neficios en mi lugar. ¡Y ahora me pides que escriba también una nueva sinfonía! ¿Cómo diablos pue
do hacerlo? No tienes ni idea de lo difícil que es arreglar una obra de esta clase para instrumentos de viento, de manera que resulte adecuada para ellos y que, al mismo tiempo,no pierda ninguno de sus efectos. Bien, tendré que pasar en ela toda la noche porque ese es el único modo. Por ti, querido pa
dre, haré el sacrificio. Puedes contar con recibir algo de mí en cada despacho de correo. Trabajaré tan rápido como sea posible.
El 27 de julio Mozart envió a Leopoldo el allegro de la apertura. "Ha sido imposible hacer más por ti,
porque he tenido que escribir además otra serenata para instrumentos de viento solos( de lo contrario podría haber usado la pieza para tu proyecto también). El miércoles 31 enviaré los dos minués, el an
dante y el final. Si puedo arreglármelas para hacerlo, también enviaré una marcha. Si no, una de mi anterior música para Haffner, que es totalmente desconocida."
 No es sorprendente que Mozart se haya retrasado con la planificación. El 31 de julio le envió a Leopoldo sólo una carta, pero nada de música. "¡Uno no puede hacer lo imposible! No voy a garrapa
tear materiales de calidad inferior. Así que no puedo enviarte toda la sinfonía hasta el próximo día de correo."
El 4 de agosto el compositor y Constanza se casaron. De algún modo, casi al mismo tiempo él despa
chó la mayor parte de la serenata, excepto la marcha, que fue a continuación, el 7 de agosto. La pieza
final consistía de una marcha  introductoria, un allegro,dos minués, un andante y un final. No se sabe cuál fue la fecha de la celebración de Haffner, así que es imposible determinar si la serenata estuvo lis
ta a tiempo para las festividades. Parece improbable que Mozart cumpliera su plazo.
Finalmente quiso que devolviera la serenata para presentarla en uno de sus conciertos. Quizás no ha
ya escrito sinfonías para Viena, pero a menudo tocaba allí las existentes. Le escribió a Leopoldo, pi
diéndole la música el 4 de diciembre, luego otra vez el 21 de diciembre, el 4 de enero, el 22 de enero y el 5 de febrero. Leopoldo quizás se demorara en devolver la partitura para castigar a Wolfgang por no haber tenido la serenata a tiempo, o posiblemente por haberse casado con una mujer a la que él no aprobaba. Mozart se impacientaba cada vez más:"Mi próximo concierto va a tener lugar en el tercer domingo de Cuaresma, es decir, el 23 de marzo, y tengo que hacer varias copias. Creo, por lo tanto, que si todavía no está copiado(por ejemplo el material orquestal) sería mejor enviarme de vuelta la partitura original."
Para el 15 de febrero, Mozart había recibido la música que había escrito apresuradamente y pieza por
pieza seis meses atrás. "Mi nueva Sinfonía Haffner verdaderamente me ha sorprendido, porque había olvidado totalmente cada una de sus notas. Seguramente debe producir un buen efecto."
Con el objeto de transformar la serenata en una verdadera sinfonía, Mozart eliminó la marcha y uno de los minués y agregó pares de flautas y de clarinetes a los movimientos exteriores. Dirigió la obra en su concierto de Cuaresma.
El programa del concierto señala la relativa insignificancia que las sinfonías tenían en Viena. La Sin
fonía  Haffner encuadra la velada, sirviendo como preludio y postludio. El programa empezó con los tres primeros movimientos. Luego venía la música que el público verdaderamente quería oír: un aria de la ópera Idomeneo, un concierto para piano, un recitado y un aria, los dos movimientos concertan
tes de la serenata Corneta de Posta(Posthorn), un aria de Lucio Silla, una fuga(interpretada porque es
taba presente el emperador), variaciones para piano sobre un tema de Gluck y un recitado y un rondó.
Luego de estas piezas para exhibición vocal e instrumental, el concierto cerró con el último movi
miento de la Sinfonía de Haffner.
Como lo señala esta historia, la diferencia entre una serenata y una sinfonía , entre música de entrete
nimiento y música de concierto, entre música popular y clásica, era ínfima. Es verdad que las serena
tas tendían a incluir música ligera, pero Mozart todavía no había escrito ninguna pieza orquestal pro
fundamente desafiante. La Sinfonía Haffner, con toda su sotisficación, seguramente era una música de fondo apropiada para una celebración. No se podía decir lo mismo de las últimas cuatro sinfonías de Mozart. Así que la Sinfonía Número 35 llega sobre el final de una larga serie de piezas de música orquestal ligara, elegante, brillante y de muchos movimientos, compuesta para ocasiones específicas.
Las únicas serenatas que todavía iba a escribir son la parodia bastante especial llamada Broma Musi
cal y la incomparable Eine Kleina Nachtmusik. Entre las restantes obras denominadas sinfonías, sólo la inmediatamente posterior-K. 425, Linz- mantiene el clima de las serenatas anteriores.
El origen de la Sinfonía Haffner como serenata no imposibilita por cierto la sutileza composicional. Consideremos por ejemplo la apertura del primer movimiento, que el compositor quería que se inter
pretara"con gran fuego". El tema es una  elaboración de la más simples de las ideas: un descenso gra
dual de la escala a partir de la tónica. El descenso parece quedar atascado en el cuarto grado durante
varios compases, después de lo cual se disfraza su continuación. Mozart encontró esta idea lo suficien
temente rica como para basar en ella todo el movimiento. Invierte eltema y lo toca en imitación.
Quizás el momento más interesante dentro del movimiento andante directo y gracioso se produce cuando los primeros violines repiten de modo continuo la misma nota durante varios compases, mien
tras los segundos violines tocan la melodía. El minué, según el musicólogo Alfred Einstein, está carac
terizado por "fuerza, festividad y masculinidad en la sección principal y la más delsicada gracia en el trío". La relación de la sinfonía con la música para entretenimiento de Mozart es más obvia en el efer
vescente final, que el compositor quería que se tocara "tan rápido como fuera posible". Foto subida de Internet.
De mi libro"Invitación a la música" de Jonathan Kramer.




                                                                           




                                             Sinfonía Número 35 en Re mayor, K. 385, Haffner





                                                                                   
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