Concierto Número 1 en Fa sostenido menor para Piano y Orquesta, Opus 1
El Primer Cocierto para Piano fue iniciado en 1890 y terminado el 6 de julio de 1891. El primer mo
vimiento fue interpretado en Moscú el 17 de marzo de 1892,con el compositor en el piano y Vasity Sa
fonov dirigiendo la Orquesta del Conservatorio de Moscú. En octubre de 1917 Rachmaninoff inició amplias revisiones, que terminaron el 10 de noviembre de 1917. La primera interpretación completa, presentando al compositor y a Modest Altschuler dirigiendo la Orquesta Sinfónica Rusa,tuvo lugar en Nueva York, el 24 de enero de 1919.
Rachmaninoff fue uno de los alumnos más brillantes que haya existido jamás al Conservatorio de Moscú. Ganó los más altos honores en el piano a la edad de 18 años. Al año siguiente se graduó con un año de adelanto respecto de su ópera (que fue estrenada con gran éxito el año siguiente), el Pri
mer Concierto para Piano, un scherzo para orquesta, dos poemas sinfónicos para orquesta, un cuar
teto para cuerdas, varias canciones, algo de música de cámara y una gran cantidad de música para piano. Impactaba al público con su virtuosismo y su reputación empezó a difundirse. A la edad de 19 años acertó a componer una pieza para piano que estaba destinada a convertirse en una de las obras más tocadas de todos los tiempos: el Preludio en Do sostenido menor. El Preludio obtuvo un éxito ins
tantáneo y pronto fue interpretado en todo el mundo.
El músico tocó el primer movimiento del Primer Concierto para Piano con la orquesta en el Conser
vatorio de Moscú y la recepción no fue particularmente entusiasta. El compositor se sintió desilusio
nado, por supuesto, pero posteriormente quedó verdaderamente desolado cuando su Primera Sinfo
nía sufrió un destino similar. Esta vez el estreno se hizo en un concierto profesional en lugar de un concierto escolar y los críticos de despacharon sin piedad. Rachmaninoff abandonó ambas obras y cayó en una profunda depresión. Nunca volvió sobre la sinfonía( más tarde la obra fue reconstruida en base a las partes orquestales descubiertas en Moscú en 1947) y dejó dormir el concierto hasta que
lo revisó ampliamente en 1917,
La depresión del compositor fue tan grave que debió acudir a la ayuda psiquiátrica: no podía volver a componer. Su melancolía debe haber tenido raíces profundas, pues su inseguridad persistió duran
te el resto de su vida.
Para tratar de quitarse la depresión, Rachmaninoff viajó a Italia en 1906 y luego a Dresden, donde permaneció durante tres años. Fue durante este periodo cuando decidió revisar el Primer Concierto.
"Hay tantas solicitudes de este concierto y es tan terrible en su forma actual que debería agradarme trabajar en él y , en lo posible, darle una forma decente. Por supuesto, tendrá que ser nuevamente escrito por completo, pues su orquestación es peor que su música."
El compositor hizo su primera bira por Norteamérica en 1909 y luego regresó a Moscú en 1910. Fue
designado director de la Filarmónica y en ese cargo se convirtió en la figura musical más poderosa de Moscú. Se mudó nuevamente en 1913, esta vez a Suiza y luego a Roma. Se retiró a Moscú al decla
rarse la Primera Guerra Mundial, en 1914. La guerra llegó a Rusia tres años más tarde bajo la for
ma de la Revolución Rusa que derrocó al régimen zarista e instaló el Estado comunista. Rachmani
noff que era aristócrata y terrateniente, se dio cuenta de que estaba en peligro. Hizo planes para abandonar Rusia por tercera vez.
En el momento en el que estaba comenzando la Revolución, por fin Rachmaninoff se decidió a revi
sar el Primer Cancierto para Piano. Para ese entonces ya había compuesto los Conciertos Segundo
y Tercero, tremendamente populares, y estaba deseoso de hacer que el Primero fuera un compañero merecedor de los otros dos gigantes.
Más tarde, el compositor recordaba los momentos difíciles durante los cuales había estado reescri
biendo el concierto:
El estallido del levantamiento bolchevique me encontró en mi antiguo piso de Moscú. Había empeza
do a reescribir mi Primer Concierto para Piano, que pretendía volver a tocar. Estaba tan enfrascado
en mi trabajo que no notaba lo que acontecía a mi alrededor. Consecuentemente, durante la revuelta anarquista, que convirtió la existencia de los proletarios en un infierno en la tierra, para mí la vida fue comparativamente fácil. Estaba todo el día sentado a la mesa de trabajo o al piano, sin preocu
parme por el tiroteo de las ametralladoras y los disparos de los rifles... Sin embargo, por las noches,
se me recordaban siempre mis deberes de "burgués" y tenía que tomar mi puesto con los otros propie
tarios de pisos para proteger responsablemente la casa y sumarme a las reuniones del "comité" de la casa...
La anarquía que reinaba a mi alrededor, el brutal desarraigo de todos los fundamentos del arte, la destrucción insensible de todos los medios para su estímulo, abolieron toda esperanza de llevar una vida normal en Rusia. Traté en vano de encontrar una vía de escape...Después, un acontecimiento to
talmente inesperado, que sólo puedo atribuir a la gracia de Dios y que , en cualquier caso, fue un fe
liz acto providencial de un destino bien dispuesto, vino en nuestro rescate. Tres o cuatro días después
de haber empezado el tiroteo en Moscú, recibí un telegrama sugiriéndome que hiciera una gira de diez conciertos por Escandinavia. El aspecto pecuniario de estsa oferta era más modesto y un año an
tes no lo hubiera considerado digno de mi atención.Pero ahora no dudé en responder que estaba de acuerdo y que aceptaría el compromiso. Esto ocurrió en noviembre de 1917. Tuve dificultades para obtener un visado de los bolcheviques, pero no tardaron demasiado en otorgarlo, pues al principio es
tos nuevos amos se mostraban completamente complacientes con los artistas. Más tarde oí que fue el último en recibir permiso para abandonar Rusia de manera "legal"...
Tenía clara conciencia de que estaba abandonando Moscú, mi verdadero hogar, por mucho, mucho
tiempo...quizás para siempre. Viajé a San Petersburgo solo, con el propósito de hacer todos los prepa
rativos necesarios para la continuidad de nuestro viaje. Mi esposa y las dos niñas me siguieron más tarde y juntos tomamos el tren que nos llevó a Finlandia a la frontera sueca. Una sola circunstancia me demostró de modo concluyente el poder de los bolcheviques:sólo se me permitió llevar conmigo los artículos necesarios y no más de 500 rublos por cada miembro de la familia.
Rachmaninoff dejó atrás muchos de sus manuscritos y la mayor parte de su fortuna personal. Perma
neció en Escandinavia durante unos pocos meses y luego partió para Norteamérica,que se convirtió en su nuevo hogar. Poco después de llegar a Estados Unidos, empezó a dar conciertos. En uno de los primeros presentó la versión completamente revisada del Primer Concierto para Piano,todavía re
gistrado incongruentemente como Opus 1."He vuelto a escribir mi Primer Concierto Ahora es verda
deramente bueno. Tiene toda la frescura juvenil y sin embargo se toca mucho más fácilmente. Y nadie
le presta ninguna atención. Cuando en Norteamérica anuncio que voy a tocar el Primer Concierto,no
protestan, pero detecto en sus rostros que preferirían el Segundo o el Tercero."
El nuevo régimen soviético de Rusia se disgustó con este expatriado que estaba más que deseoso de proclamarse públicamente en contra de la revolución y de los comunistas. En 1931 el gobierno sovié
tico implantó un boicot respecto de las interpretaciones de la música de Rachmaninoff. Fue desesti
mado como "un insignificante imitador y un reaccionario, un antiguo propietario que en 1918 ardió de odio contra Rusia cuando los campesinos tomaron su tierra y un enemigo implacable y activo del gobierno soviético...(su música representa) la actitud decadente de la clase media baja y es especial
mente peligroso en el frente musical de la actual guerra de clases".
Años atrás, cuando Rachmaninoff era estudiante, tenía gran respeto por Tchaikovsky, quien a su vez dio apoyo al joven compositor. Por lo tanto no es sorprendente que el Opus 1 de Rachmaninoff mues
tre su deuda con los conciertos para piano del viejo compositor. En particular el primer concierto de Tchaikovsky puede oírse revoloteando sobre el movimiento de la apertura. Ambas obras maestras una pasión meditabunda típicamente rusa. Además, el estilo virtuoso del piano del concierto de Rach
maninoff es a veces más aventurado que el de su antecesor, pero es claramente una ampliación del idioma de Tchaikovsky.
El lirismo melódico del movimiento lento y el del interludio lento del final también delatan su deuda con Tchaikovsky. Sin embargo, el resto del final es menos derivativo. Sus síncopas y su aire rítmico son el producto de un temperamento joven y el de un compositor que estaba emergiendo claramente
como artista independiente. Foto subida de Internet.
De mi libro "Invitación a la Música" de Jonathan Kramer.
Sergei Rachmaninoff
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