LA MÚSICA Y SU MUNDO

viernes, 24 de mayo de 2019

Concierto Número 2 en Do menor para Piano y Orquesta, Opus 18 de Sergei Rachmaninoff


                             Concierto Número 2 en Do menor para Piano y Orquesta, Opus 18

Rachmaninoff empezó el Segundo Concierto a fines del verano de 1900 y lo terminó el 21 de abril de 1901. Alexander Siloti dirigió los últimos dos movimientos, con el compositor como solista, en Mos
cú, el 2 de diciembre de 1900. Siloti dirigió la primera presentación completa con la Filarmónica de
Moscú y con el compositor actuando nuevamente como solista, el 27 de octubre de 1901.
Debido a los éxitos de sus primeras composiciones musicales, Rachmaninoff quiso escribir una sinfo
nía. En su primera presentación, en 1897, la Primera Sinfonía confundió al público, los críticos la con
denaron y, lo que es más importante, el compositor mismo se dio cuenta de que era un fracaso. No pu
do soportar escuchar los ensayos y el estreno. Su vergüenza respecto de la pieza le sumió en una pro
funda depresión, que se vio intensificada por una relación amorosa desdichada. Empezó a beber mu
cho y no pudo componer durante los tres años siguientes.
En cambio, dedicó sus energías a tocar conciertos y a dirigir. Cuando dirigió la Filarmónica de Lon
dres con su propia música en 1899, el público se mostró entusiasta. La dirección de la Filarmónica quiso que regresara la siguiente temporada para tocar su Primer Concierto para Piano, pero el compo
sitor apresuradamente prometió un concierto "nuevo y mejor". Durante los meses siguientes, la depre
sión de Rachmaninoff no disminuyó. Se sentía bajo la tremenda presión de tener que  componer la nueva obra. Por último, en su desesperación, consultó al doctor Nikolai Dahl, un psiquiatra que se es
pecializaba en el tratamiento de alcóholicos mediante la hipnosis.
El doctor Dahl también era un violonchelista aficionado. Debido a su interés por la música, estaba dis
puesto a tratar al empobrecido compositor sin cobrarle. Rachmaninoff iba a ver al médico diariamen
te. Dahl trató de lograr que durmiera mejor, que se mantuviera más alerta durante la hora de vigilia, que dejara de beber, que mejorara su apetito y aumentara su deseo de componer. "Comenzará a escri
bir su concierto. Trabajará con gran facilidad. El concierto será de excelente calidad", el doctor ento
naba una y otra vez. Estas sugerencias poshipnóticas funcionaron. Rachmaninoff dejó de beber, nun
ca más volvería a hacerlo durante el resto de su vida. Y por fin se puso a componer y logró terminar el concierto en unos pocos meses. Dahl, sin embargo, no logró un éxito completo en la cura de la dè
presión del compositor, que reaparecía periódicamente.
Los dos últimos dos movimientos del concierto fueron escritos primero, después de un verano que pa
só en Italia. Rachmaninofff decidió, con cierta ansiedad, tocarlos en público. La ejecución, que tuvo lugar el siguiente invierno, constituyó su primer triunfo como compositor en muchos años. Entonces se sintió inspirado para escribir el primer movimiento. Le dedicó el concierto al doctor Dahl.
El compositor todavía tenía dudas. Cinco días antes de tocar la primera presentación completa, Rach
maninoff escribió a su amigo Nikita Morozov: "Acabo de tocar de punta a punta el primer movimien
to de mi concierto y recién ahora se mi hace claro que la transición del primer tema al segundo no es buena y que en esta forma el primer tema no es más que una introducción y que, cuando comienza el segundo tema, ningún tonto creerá que lo es. Todo el movimiento está arruinado y a partir de ese mo
mento se ha convertido en verdaderamente horroroso para mí. ¡Estoy simplemente desesperado"!
A pesar de los recelos de Rachmaninoff, el estreno fue un éxito así como varias representaciones que siguieron. El Segundo Concierto sigue siendo uno de los más tocados y apreciados de todo el reperto
rio. La popularidad de la obra levantó el ánimo de Rachmaninoff. En este nuevo estado de ánimo de confianza en sí mismo decidió casarse con Nataly Satin, su prima hermana.
La apertura del concierto,los acordes del piano inexorablemente crecientes que conducen a un tema ampliamente lírico en las cuerdas y el clarinete, muestra a Rachmaninoff como el heredero del roman
ticismo de Tchaikovsky. Este, que había muertos unos pocos años antes de que Rachmaninoff escribie
ra el concierto, tiñó por completo su música con un lirismo meditativo, expresando en melodías arro
lladoras, llenas de melancolía y de pasión. Encontramos este espíritu tan absolutamente ruso no sólo en el tema de la apertura sino también en el segundo tema(que se escucha cuando el piano por prime
ra vez toca melódicamente),en la hermosa melodía principal del segundo movimiento (presentada en la flauta poco después del comienzo,pero que se escucha principalmente en el clarinete antes de ser asumida por el piano) y -más claramente- en el segundo tema emotivo del final(presentado, bien en
trado el movimiento, por las violas y el oboe).
Otra característica que la música tiene en común con los conciertos de Tchaikovsky es su predilec
ción por la utilización del piano como acompañamiento para la orquesta. Esta textura se escucha, por ejemplo,durante el largo primer tema. Quizás el uso del piano como acompañamiento también pueda deberse a la frecuente aparición de Rachmaninoff en conciertos, acompañando al gran cantante Fyo
dor Chaliapin,, mientras trabajaba en este concierto.
Rachmaninoff maneja las tonalidadesde los tres movimientos de un modo interesante. Los movimien
tos exteriores están en Do menor(el final por último cambia a Do mayor), mientras el movimiento len
to está en la tonalidad distante de Mi mayor. Aunque hay un final definitivo para cada movimiento, seguido por la pausa acostumbrada, Rachmaninoff inicia cada movimiento, distante de Mi mayor.
El efecto es enlazar los movimientos de modo tonal, aunque por lo demás estos están separados. De manera que cuando comienza el segundo movimiento, se inicia exactamente donde terminó el prime
ro y se abre el camino a la tonalidad adecuada durante sus cinco primeros compases introductorios.
De modo similar, el final comienza en la tonalidad anterior de Mi mayor y llega a Do menor en el sép
timo compás.
El punto emocional culminante del concierto llega cerca del final. El segundo tema del final-la encarnación del romanticismo sentimental ruso-finalmente es tocado por toda la orquesta(justo antes de una breve cadenza de piano) acompañado por el piano. Esta apelación descarada a las emociones es el climax del lirismo arrollador del concierto. Después de esta extravagante grandeza, la obra termi
na con una coda directa. Foto subida de Internet.
De mi libro "Invitación a la música" de Jonathan Kramer.



                                                                       
                                                                       




                                                                             

                                                                   Sergei Rachmaninoff









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