LA MÚSICA Y SU MUNDO

jueves, 9 de mayo de 2019

Sinfonía Número 6 en Mi bemol menor, Opus 111 de Sergei Prokofiev


                                        Sinfonía Número 6 en Mi bemol menor, Opus 111


La Sexta Sinfonía fue iniciada en el verano de 1944 y terminada a finales del verano de 1947. Fue in
terpretada por primera vez el 11 de octubre de 1947 por la Filarmónica de Leningrado, dirigida por Yevgeny Mravinsky.
Las dos últimas décadas de la vida de Prokofiev estuvieron llenas de conflictos y contradicciones. El compositor había regresado por voluntad propia a su tierra natal, después de 16 años de vivir en el ex
terior, en parte, porque creía en el pueblo soviético. Deseaba crear música de y para ese pueblo. Por otra parte, detestaba que los funcionarios del gobierno le dictaran a él, así como a otros compositores,
cómo y qué debían escribir. Si bien fundamentalmente estaba de acuerdo con el espíritu  de la doctri
na del realismo socialista-crear un arte que tuviera un amplio atractivo, que reflejara el fuerte espíritu
de los soviéticos y que ayudara a crear y preservar la unidad nacional-Prokofiev se enfadaba continua
mente con los oficiales que creían saber más que los artistas respecto del modo de lograr esos objeti
vos. De manera que, si bien nunca abandonó sus ideales en el sentido de producir una música popu
lar, sin embargo frecuentemente se vio sometido a ataques por escribir el tipo de música que no co
rrespondía.
En 1945, poco después del estreno de la Quinta Sinfonía,el compositor sufrió una conmoción cerebral
y un ataque cardiaco, agravados por la hipertensión. Jamás llegaría a recuperarse de estas afecciones. Pasó el resto de su vida casi como un inválido. Su debilitada salud podría haberle hecho particular
mente vulnerable a las presiones oficiales en el sentido de componer música en la línea del partido, pero en realidad tuvo el efecto contrario. ¿Qué podía quitarle a Prokofiev el Comité Central que su mala suerte no hubiera ya destruido?
Le resultaba difícil componer, pero estaba decidido a hacerlo. Se le permitía trabajar unas pocas horas
por semana y robaba tiempo adicional para la composición cuando los médicos y las enfermeras no miraban. Así es que pudo reanudar el trabajo en la Sexta Sinfonía en el invierno de 1946-1947. Terminó la pieza el verano siguiente, tres años después de haberla comenzado(había compuesto la Quinta Sinfonía, mientras todavía tenía buena salud, en apenas un mes). Concibió la sinfonía como  un himno a la victoria, la victoria, la victoria de Rusia sobre Alemania en la guerra recientemente ter
minada. Sin embargo, la pieza no es una celebración de alegría, debido al enorme costo de la victoria. Prokofiev explicó el sombrío estado de ánimo del siguiente modo:"Si, ahora nos regocijamos por nuestra magnífica victoria, pero miles de los nuestros han quedado con heridas que no pueden curar
se: la salud arruinada de por vida, seres queridos perdidos para siempre. No debemos olvidar esto."
También escribió:" El primer movimiento es agitado, por momentos líricos,por momentos austeros;el
segundo movimiento es más brillante y más melodioso;el final rápido y en tonalidad mayor es cerca
no, en su carácter, a mi Quinta Sinfonía, salvo por las reminiscencias de los austeros pasajes del pri
mer movimiento...No quería que el final fuera considerado meramente un apéndice alegre de los mo
vimientos precedentes:"
El tono sombrío de la sinfonía quedaba establecido por los acordes bajos y separados del comienzo.
La línea melódica principal, en los violines, inicialmente es fragmentada, a fin de mantener el estado de ánimo amenazador. Un segundo tema en los oboes,elude por completo las notas cromáticas y se mantiene firmemente en Si menor. Después de las reminiscencias del tema principal. la música se con
vierte en una marcha caracterizada por continuas corcheas en el acompañamiento. La melodía está marcada lúgubre, quizás para sugerir una marcha fúnebre. La intensidad está magnificada por  la per
sistencia de una sola nota repetida, que finalmente se convierte la primera  nota de una recapitulación del segundo tema diatónico, en el solo del corno.
El segundo movimiento tiene también una potencia considerable. Los vientos de madera altos en la apertura sugieren una intensidad próxima al caos. Finalmente emerge una melodía en la trompeta y en los violines , que continúa desarrollándose hasta que toca toda la orquesta, desde sus registros mas ba
jos hasta los más altos. Tras nuevas melodías líricas, regresa la tensión cuando una figura extraña y rá
pida interrumpe en los instrumentos bajos, dominados por los timbales. La alternancia entre serenidad e intensidad continúa hasta que, en el punto de máxima tensión, regresa la apertura del movimiento. Este movimiento, como el primero, termina tranquilamente, aunque hay poca sensación de calma des
pués de semejante intensidad inquieta. Uno puede imaginar, al escuchar esta música, la pena que le inspiraba la guerra a Prokofiev y puede igualmente comprender bien por qué los funcionarios soviéti
cos no pudieron hallar en ella el optimismo requerido.
El final comienza como si estuviera en otro mundo. Aquí estan la actitud positiva,la alegría, que los movimientos anteriores cortejaron pero no alcanzaron. No obstante, este estado de ánimo despreocu
pado no carece de matices de fondo cargados de tensión: la melodía es repetidamente respondida por una figura casi incongruente de notas repetidas, alcanzando finalmente una quinta, en los instrumen
tos bajos. La discontinuidad que implica esta interrupción moldea su influencia sobre la totalidad del movimiento, de modo que incluso el segundo tema lírico, el desarrollo  directo y la combinación even
tual de las dos melodías nunca parece tan feliz y libre como podrían haberlo sido en otro contexto.
Después del desarrollo esperamos una recapitulación, en cambio, la música desciende a un solo de fa
got y de clarinete bajo, después de los cuales reaparece un tema del primer movimiento. Ahora se ha
ce claro el plan de Prokofiev. Nos toma el pelo con materiales no tan complicados y procedimientos normales, a fin de prepararnos para el enorme impacto de la terminación. Nunca más escuchamos la feliz tonadilla del final. En cambio, retorna la intensidad del primer movimiento, seguida por la figura
de nota repetida del final, que sugiere que la melodía principal se avecina. Pero nunca lo hace. En cambio,la sinfonía termina abruptamente. Si esta es verdaderamente una sinfonía de victoria, enton
ces lo que triunfa es la tragedia. Si esta es verdaderamente una sinfonía de guerra, entonces la trage
dia de la muerte supera por mucho la alegría de la victoria.
La Sexta Sinfonía se estrenó en Leningrado, en octubre. Prokofiev desafió a los médicos asistiendo al estreno.Más tarde, fue tocada en Moscú. En ambos casos el entusiasmo del público fue grande.Pero las fuerzas del mal más allá de Prokofiev y de su música estaban en acción.
Rusia había logrado una recuperación rápida dela guerra y Stalin pudo dedicar su atención a áreas ta
les como las artes. Decidió tomar una línea dura. Prokofiev creía en una música  nacionalista soviéti
ca,pero también estaba a favor de que los compositores rusos viajaran a otros países para mostrar al mundo la grandeza de su música. Esta idea era opuesta a las políticas de aislacionismo y confronta
ción de Stalin. A A. Zhdanov, un estúpido pero poderoso lacayo del régimen de Stalin, se le encomen
dó  hacer el trabajo sucio: otra purga.
Zhdanov y Prokofiev fueron oponentes formidables, a pesar de la debilitada salud del compositor. Zhdanov era un héroe de guerra yProkofiev era un compositor tremendamente popular e influyente. Zhdanov reunió a los críticos de los periódicos que habían alabado la Sexta Sinfonía y les ordenó pu
blicar una serie de segundas opiniones".De este modo, la música fue condenada como demasiado cru
da, demasiado disonante,demasiado violenta, demasiado morbosa para celebrar una victoria. La sinfo
nía fue desechada como incomprensible,a pesar del hecho de que su público siempre había parecido comprenderla profundae inmediatamente.
A continuación,Zhdanov reuníó a todos los compositores culpables en una "conferencia" de tres días,
durante la cual se los eleccionó sobre el modo adecuado de componer.
Se ordenó públicamente la asistencia de seis compositores. En la lista, sus nombres fueron incluidos por orden de "culpabilidad": Prokofiev, Shostakovich, Khachaturian, Miaskovsky, Popov y Shebalin.
Prokofiev, a pesar de su delicada salud, asistió a las reuniones, pero desafiantemente permaneció a lo largo de todas ellas sentado en silencio, dando la espalda a Zhdanov.
Zhdanov emitió un decreto expresando que los seis compositores habían "seguido persistentemente
las prácticas formalistas y antisoviéticas en su música, lo cual está demostrado por las perversiones formalistas y muchas tendencias antidemocráticas, incluyendo la atonalidad, la disonancia, el depre
cio por la melodía y el uso de desacordes caóticos  y neurópatas, todo lo cual es ajeno a los gustos ar
tísticos del pueblo soviético...(La música) representa una versión rusa de la cultura burguesa moder
nista actual...debe ser liquidada".
Se exigió a cada compositor que presentara sus disculpas. Miaskovsky y Shostakovich fueron despe
didos de sus cargos como profesores;Shebalin fue despedido de su cargo como director de conservato
rio de Moscú; Khachaturian perdió su cargo como secretario general del Sindicato de Compositores Soviéticos. Este último fue remplazado por una persona designada por el partido que sirvió como fun
cionario inescrupuloso para llevar adelante más condenas contra la música, entre las que se incluían algunas de las composiciones de Prokofiev más populares e inocentes.
Prokofiev  no tenía ningún cargo oficial que perder pero Zhdanov amenazó la vida de la señora de Prokofiev. El compositor fue obligado a disculparse. La permanente corriente de condenas de su mú
sica más popular fue tan ridícula que revitalizó sus impulsos creativos. Decidió hacer una gran broma
pesada. Prometió escribir solamente música para el bien del pueblo soviético, lo que, por supuesto, era lo que siempre había hecho. Era su palabra contra la de Zhdanov. ¡Quién podría probar que una nueva obra era o no antisoviética? Prokofiev, todavía tremendamente popular, había prometido com
poner sólo música prosoviética. ¡Podría Zhdanov proclamar que estaba haciendo lo contrario? Proko
fiev había encontrado el modo de salir victorioso de la purga de Zhdanov. Fue poco lo que transigió en su música posterior, pero su actitud pública de penitencia le hizo inmune, a nuevas condenas. Se
alentó al público a aceptar su música, lo cual, por  otra parte, siempre había hecho. Prokofiev supo que había sido más listo que Zhdanov y su satisfacción le dio nuevas energías para componer durante
otro año, hasta que, en 1949, un ataque le dejó convertido prácticamente en un inválido irremediable.
Foto subida de Internet.
De mi libro " Invitación a la Música" de Jonathan Kramer.




                                                                       



                                                                               

                                                                         Sergei Prokofiev
                 















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