LA MÚSICA Y SU MUNDO

domingo, 19 de octubre de 2014

Pavana para una Infanta Difunta de Maurice Ravel


                                             Pavana para una Infanta Difunta


Hace muuuuuchos años, fui a una granja escuela durante siete años ( 1993 al 2000) . Estaba en "Cazalla de la Sierra", en Sevilla. Allí era la cuenta cuentos. Un año me hicieron una foto cuando los contaba y siempre se lo enseñaban esta foto cuando los padres a inscribir a sus hijos para ese verano.
Esta música es una parte de la banda sonora de una historia que me inventé que se llama "Los dos Rosales", y a los niños les encantaba. Era una historia de amor medieval
Ravel dedicó la Pavana a su patrona, la Princesa de Polignac. Compuso la Pavana como pieza para piano solista en 1899. Ricardo Viñés toco el estreno en París el 5 de Abril de 1902. Ravel orquestó la obra en 1910. Esta versión fue dirigida por primera vez por Alfred Casella, en París, el 25 de diciembre de 1911.
Durante la época de estudiante Ravel asistió a menudo a veladas que se realizaban en los hogares de los patrocinadores
musicales parisinos. Estas reuniones incluían interpretaciones informales de las composiciones nuevas. Uno de los patrocinadores a cuyo salón asistió Ravel fue la princesa Edmond de Polignac, que encargó la Pavana para na Infanta Difunta, una modesta obra para piano solista. Ravel sin duda compuso la obra apresuradamente y sin pensar mucho en el futuro de la misma. Era música de salón escrita para el presente, no para la posteridad. 
Se sintió sorprendido, sino molesto con la posterior popularidad de esta modesta composición. Se convirtió en su prime
ra obra ampliamente conocida, pues era interpretada con frecuencia por pianistas aficionados. . Si hubiera escrito una rutilante pieza de exhibición para el piano, tan sólo los solistas virtuosos la hubieran tocado y las interpretaciones hubieran
sido mejores. Pero la música de salón está dirigida a los aficionados y de este modo la obra fue tocada, por lo general, mal, en incontable número de ocasiones. Como su popularidad eclipsó la de sus obras más sustanciales, Ravel llegó a indignarse con la Pavana. Escribió despectivamente sobre ella años más tarde: "Hasta tal punto es una cuestión de histo
ria antigua que es hora de que el compositor se la entregue a los críticos. Ya no veo sus virtudes desde esta distancia, pe
ro ¡ay de mí!, puedo percibir sus faltas demasiado bien. La influencia de Chabrier es demasiado vivida y la estructura es bastante pobre. Las notables interpretaciones de esta obra cuestionable y convencional han contribuido, creo, en gran medida, a su éxito."
Ravel estaba aludiendo no sólo a alas extravagantes interpretaciones descriptivas de la obra producidas por los críticos sino también, sarcásticamente, a las torpes interpretaciones instrumentales que por lo general se daban de la obra. Una de estas ejecuciones mucho menos que notable, fue dada por un niño, que la tocó pesadamente en toda su extensión en un tiempo desesperadamente lento y sin ningún sentido
del lirismo. El compositor le dijo al pianista: Escucha, hijo, lo que escribí es una Pavana para una Infanta Di
funta, no una Difunta Pavana para una Infanta."
El mismo Ravel tocaba la pieza, pues deseaba impedir que fuera tocada exclusivamente por aficionados. Por una razón similar decidió orquestar la Pavana, unos once años después de haberla compuesto. Sin embargo, el éxito de la composición siguió obsesionándole, ya que rápidamente se convirtió en una de las más populares de las obras orquestales, como lo sigue siendo.
La Pavana era fácil de orquestar. Como la Pavana era una danza cortesana del Renacimiento, que a me
nudo se tocaba en el laúd, Ravel utilizó una gran escritura para piano en staccato para sugerir ese instru
mento. Esta música fue transferida a cuerdas en pizzicato, que pueden sugerir el sonido del laúd mejor que el piano. Conviene escuchar, por ejemplo, el acompañamiento de cuerdas a la melodía del corno de la apertura.
Al llamar la pieza "pavana", Ravel estaba añadiendo a ala forma solemne de la danza del Renacimiento. El resto del título, sin embargo, no tenía ningún significado en especial. A pesar de las fantasiosas historias que aparecieron intentando vincular una historia dolorosa a la pieza, el compositor no dejó de sostener que se había sentido meramente atraído por los sonidos alternativos del nombre pour une infante defunte. Foto subida de Internet.
De mi libro "Invitación a la Música" de Jonathan Kramer.





                                                                                             

                                                        Pavana para una  Infanta Difunta de Maurice Ravel



                                                     

                                                     
                                                         

                                                                              Maurice Ravel















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