LA MÚSICA Y SU MUNDO

viernes, 7 de junio de 2019

Alborada del Gracioso de Maurice Ravel


                                                            Alborada del Gracioso


Alborada del Gracioso fue comkpuesta para piano en 1905 y orquestada en 1918. Rhené-Baton diri
gió el estreno con la Orquesta Pasdeloup el 17 de mayo de 1919,en París.
Ravel fue miembro de un grupo bohemio de artistas  conocido como Le Club des Apaches. Los Apa
ches  que se formaron en 1902, estaban fuera de la corriente artística principal. El nombre que estos promotores de la vanguardia eligieron para su club es un término de la jerga francesa que quiere decir
"mocetones pendencieros". No les gustaban las óperas de Wagner, que eran tremendamente populares
en París. En cambio, admiraban pelleaset Mélisandede Debussy.
Los Apaches mantenían reuniones semanales y asistían juntos a los conciertos. Como deseaban poder
tocar la música hasta altas horas de la noche, el compositor Maurice Delage alquiló una cabaña en un lugara de recreo, lejos de cualquier casa, cuyos ocupantes pudieran sentirse perturbados.En sus reunio
nes, los miembros del club tocaban y comentaban la música nueva, leían poesía y discutían sobre sus puntos de vista hasta altas horas de la noche. Ravel a menudo se quedaba, una vez terminadas las reu
niones, durmiendo en un catre.
El poeta León-Paul Fargue escribió la siguiente descripción de Ravel durante esos primeros años en los Apaches:
Se reunía con nosotros en nuestros cafés y en nuestros vagabundeos por París, y compartía nuestro en
tusiasmo y locuras del momento. Como nosotros, estaba decidido a asistir a toda presentación de Pe
lléas, hasta el final... Parecía que todo estaba por hacerse, inventarse y que todo el mundo lo sabía, que eso estaba en el aire. Éramos felices, cultos y agresivos, especialmente en los conciertos, donde nunca dudábamos de demostrar, con el rostro enrojecido y el mentón levantado como un puente leva
dizo, la justicia ardiente y espontánea de nuestra opinión.
Fue en esta atmósfera apasionada de ideas y sensaciones opuestas, durante estas horas abarrotadas en las que todo valía su peso en riqueza y dignidad, cuando adquirieron forma las obras de Ravel, silen
ciosamente, en su alma paciente y heroica. Aquí no era cuestión de fracaso o de mediocridad, de bus
queda de favores o de corrupción, de música para salones o para bares, o de música del tipo que com
place al sentimentalismo de moda. Sólo de obras, en el más puro sentido del término...Este hombre que era profundamente inteligente, versátil, preciso y tan erudito como era posible ser, y que hacía to
do con una facilidad que era proverbial, tenía el carácter y las cualidades de los artesanos, y no había nada que le gustara más que ser comparado con uno de ellos. Le gustaba hacer cosas y hacerlas bien.Todo lo que le salía del cerebro, sin importar las reservas que los críticos podían haber tenido so
bre su inspiración, lleva el sello de la perfección, de una cierta perfección. El sabía que una cosa-un poema, una novela, un cuadro, un jardín, una relación amorosa o una ceremonia-todos esos sucesos o dramas pueden tener lo que se llama "terminación", para emplear un término usado en el taller. Y su pasión era ofrecer al público obras que estuvieran "terminadas" y pulidas en el máximo grado.
En 1905 Ravel escribió un conjunto de cinco piezas para piano conocido como Miroirs("Espejos"), ca
da una de las cuales está dedicada a un miembro diferente de Apaches. La cuarta pieza, Alborada del Gracioso, fue para M. D. Calvocoressi, el crítico en gran medida responsable del interés que sentía el grupo por la música rusa. El pianista Ricardo Viñes, otro Apache, tocó el estreno en 1906. Años más
tarde, después que los Apaches ya se habían separado, Ravel orquestó tan sólo este único movimien
to.
Dicho de otro modo, el título significa "Serenata Matinal del Bufón". En la comedia española, un gra
cioso es un bufón similar al tonto de la obra de Shakespeare. Ese bufón ayudaba a los músicos a inter
pretar una alborada, una serenata que un enamorado daba a su amada, todavía dormida. Fotos subidas de Internet.
De mi libro "Invitación a la música" de Jonathan Kramer.







                                                                                 





                                                                           









                                                                         Maurice Ravel
                                                                                 

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